In Loving Memory of Jose Perez Perez

1946 -2025

Jose Perez was a man of quiet strength, deep love, and simple joys. He lived his life with old-fashioned values—hard work, humility, and devotion to his family. Everything he did was for them. He came to the United States with courage and determination, building a better life for his wife and daughters, yet he never let go of his Mexican roots and the culture that shaped who he was.

Jose found joy in life's simple pleasures. He loved tending to his garden, where his patience and care brought beauty to every season. He had a love for soccer, sweets, and the sounds of mariachi music that reminded him of home. Though a man of few words, his actions spoke volumes—he showed his love through dedication, kindness, and the countless ways he cared for his family.

He is survived by his wife, six loving daughters, grandchildren, and great-grandchildren who will carry his spirit forward. Jose will be remembered as a good man—humble, hardworking, and full of quiet grace—whose legacy lives on in the family he so deeply loved. He was a great man—a provider, a father, a husband, and the steady heart of his family. His hands built a life filled with love, and his legacy will bloom forever, like the garden he so lovingly tended.

José Pérez fue un hombre de fuerza silenciosa, amor profundo y alegrías sencillas. Vivió su vida con valores tradicionales: trabajo duro, humildad y devoción a su familia. Todo lo que hizo fue por ellos. Llegó a los Estados Unidos con valor y determinación, construyendo una vida mejor para su esposa e hijas, sin dejar nunca atrás sus raíces mexicanas ni la cultura que formó su identidad.

José encontraba alegría en los placeres simples de la vida. Amaba cuidar su jardín, donde su paciencia y dedicación daban belleza a cada estación. Tenía un amor especial por el fútbol, los dulces y los sonidos de la música de mariachi que le recordaban su hogar. Aunque era un hombre de pocas palabras, sus acciones decían mucho: demostraba su amor con entrega, bondad y en las incontables formas en que cuidaba de su familia.

Le sobreviven su esposa, seis hijas amorosas, nietos y bisnietos que llevarán adelante su espíritu. José será recordado como un buen hombre—humilde, trabajador y lleno de una gracia tranquila—cuyo legado vive en la familia que tanto amó. Fue un gran hombre: un proveedor, un padre, un esposo y el corazón firme de su hogar. Con sus manos construyó una vida llena de amor, y su legado florecerá por siempre, como el jardín que cuidó con tanto cariño.